Los datos son un tema controvertido en el siglo XXI. Las políticas sobre la recopilación y el uso de datos son lentas y el valor de los datos sigue aumentando, lo que hace que cualquier iniciativa del sector se convierte en un gran negocio.
Pero los datos en sí tienen muchas facetas, y son mucho más que un conjunto de preferencias de usuario que las empresas puedan usar para maximizar las ganancias. Tienen el poder de predecir, diseñar y prevenir escenarios que de otro modo estarían más allá del poder computacional humano.
Hay dos cursos imparables que nos desafían en el siglo XXI. Uno es la migración masiva de la vida rural a la vida urbana: el 70% de la población mundial vivirá en ciudades en el año 2050. El otro son los efectos innegables y crecientes del cambio climático. Tras haber superado el punto de no retorno, nos encontramos con el desafío no solo de abordar las fuentes del problema, sino también de las consecuencias devastadoras (y a veces impredecibles). Pero aquí es donde el Big Data puede convertirse en un aliado muy poderoso, si se implementa adecuadamente.
Dado que la combinación de factores entre las consecuencias del cambio climático y la de las grandes migraciones exige el desarrollo de estrategias y dinámicas sostenibles, la gran cantidad de factores que deben tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones solo puede gestionarse con el uso inteligente de la recopilación y visualización de datos.
La recopilación, el análisis y la visualización de datos pueden revelar oportunidades de innovación que no habíamos soñado anteriormente, o al menos no tan precisas y rápidas.
Presentamos tres escalas en las que los datos pueden aumentar el bienestar, la sostenibilidad social y ambiental:
1. Analizar barrios para optimizar recursos
A la escala de barrio, el rápido crecimiento de la población urbana implica que la demanda de vivienda también será creciente, vivienda que tendrá que ofrecer un alto nivel de confort y un mínimo impacto ambiental. El gobierno de Singapur fundó la Junta de Vivienda y Desarrollo que implementó el análisis de datos ambientales para modelar el barrio de Punggol como parte de su plan de desarrollo Eco Town. El análisis de los flujos de viento influyó en el diseño del complejo de edificios de manera que habrá una disminución significativa de la necesidad de enfriar los apartamentos utilizando sistemas de HVAC y que los inquilinos podrán confiar en el flujo de viento natural para regular sus temperaturas.
2. Diseñar a partir de los datos del contexto
Si bien los datos ambientales son muy útiles para definir el diseño, la orientación y la forma volumétrica de los complejos de edificios, a mayor escala urbana, muchas ciudades grandes ya se están asociando con compañías de datos o están comenzando sus propios laboratorios de investigación que pueden ayudarlos a tomar decisiones más sostenibles, solapando muchos conjuntos de datos que genera la ciudad.
Compañías tecnológicas internacionales como Habidatum ayudan a las empresas y administraciones a comprender el entorno urbano hiperdinámico a través de análisis de datos avanzados, utilizando técnicas de visualización de datos claras y completas. Su trabajo abarca 4 continentes y aborda una amplia variedad de temas, desde comportamientos sociales en grandes eventos, hasta oportunidades de desarrollo inmobiliario.
Beijing está incluyendo activamente datos en su desarrollo, contando con iniciativas como el Beijing City Lab que se centra en usar datos para mejorar la ciudad y proporcionar soluciones sostenibles para el desarrollo futuro, buscando disminuir la contaminación debido a problemas de movilidad, entendiendo el patrones de crecimiento de la ciudad y el comportamiento de sus usuarios.
3. Transparentar y visibilizar la cadena de suministro de lo que consumimos
Yendo aun más lejos, en la escala global, el agotamiento de recursos sin sentido y la producción de residuos está profundamente ligada a la creciente necesidad de consumir más, más rápido y más barato. Pero eso afecta al planeta y, a veces, al bienestar social precisamente de las personas situadas al comienzo de la cadena de producción. Es imposible que el consumidor sepa cuánta huella medioambiental y que consecuencias ecológicas tienen los productos que consume en realidad.
En ese sentido, Trase es una plataforma que usa datos para rastrear la fuente, el movimiento y el uso de los recursos del planeta, brindándonos una comprensión visual de cómo nuestros estilos de vida están conectados globalmente. Este tipo de plataformas tratan de transparentar o visibilizar la cadena de suministro de las industrias más conocidas por apoyar la deforestación, buscando crear economías más sostenibles.
El potencial de los datos es muy poderoso y está en constante crecimiento, y nos permite crear modelos de análisis y predicción del comportamiento a todas las escalas, desde unidades habitacionales hasta los comportamientos de las megaciudades, dando paso a modelos de convivencia más sostenibles, pero también identificando las oportunidades de acciones restaurativas para con el medio ambiente. Es una herramienta que nos permite visibilizar simultáneamente dinámicas pasadas, presentes y futuras, lo que nos da acceso a una visión más holística del mundo que nos rodea.